Logroño, 31 mayo, 2019. El 29 de mayo, la Comisión de Salud Comunitaria del Proyecto ICI celebró una Tertulia sobre el Bienestar Emocional entre un grupo bastante diverso de personas. Como siempre que el proceso comunitario utiliza la metodología de las tertulias dialógicas -tomada en préstamo de las comunidades de aprendizaje- se producen grandes sorpresas, por la riqueza de aportaciones, visiones y lógicas que se comparten. En este caso, la lectura de referencia fue el Decálogo de Bienestar Emocional, elaborado por la Universidad de La Rioja y traducido a lectura fácil por Asprodema. En la tertulia, además, el tema propició momentos de una gran intensidad emotiva.
El grupo de participantes estuvo compuesto por gente muy diferente. Las 45 personas participantes, superaron el aforo de la biblioteca del Hospital de La Rioja. Entre ellos, personal sanitario de este hospital y de los centros de salud Rodríguez Paterna y Espartero, profesionales de Salud Pública y del Servicio de Prevención de Adicciones, del Gobierno de La Rioja, profesores de la UR, profesionales de Igual a Ti, de Proyecto Hombre, de Salud Mental La Rioja, del CPA “Manzanera”, del Servicio Municipal de Orientación y Promoción Sociolaboral y del centro de salud Joaquín Elizalde. Entre la ciudadanía se contó con diversos orígenes culturales como Ghana, Pakistán, Marruecos, Venezuela, Bolivia, Argentina, Colombia y España, además de diferentes edades, aunque mayoritariamente personas adultas, y diversas capacidades funcionales. Entre estas personas, hubo miembros de Arabella, Rioja Acoge, Igual a Ti, Salud Mental La Rioja, Unión de Ghana o Color, y también personas a título particular. Nada habitual que en un acto confluyan personas tan dispares.
El tema interesó mucho. No en vano, los trastornos emocionales, constituyen uno de los retos detectados en el proceso de escucha al barrio realizado recientemente. La tertulia activó la inteligencia colectiva. Se intercambiaron muchas ideas y perspectivas que la comisión de Salud Comunitaria deberá analizar. Mientras tanto, podemos detallar algunas cuestiones que fueron apareciendo:
- El impacto del entorno (la dificultad de conciliación de las familias con responsabilidades cuidadoras, el impacto de las nuevas tecnologías, el desempleo o sobreempleo, la alteración de las prioridades familiares…) en la persona a la hora de tener un bienestar emocional.
- La necesidad de que cada persona realice un trabajo individual para reforzar sus capacidades para alcanzar un bienestar emocional.
- La importancia de que a través del trabajo colectivo o comunitario se promuevan cambios para que el entorno sea más cuidador, de aportar propuestas que ayuden a compensar los factores externos que presionan a las personas.
- La importancia de la familia y la escuela para enseñar a identificar las emociones, a comunicarlas y gestionarlas.
- El reconocimiento de que la misma fórmula no vale para todo el mundo. Se ha verificado la coexistencia de diferentes pautas culturales en las que el bienestar emocional de las personas individuales ocupa diferente peso en la escala de valores.
- Se ha puesto de manifiesto la importancia de las etiquetas sociales en la generación de expectativas que el grupo, la sociedad, impone a las personas, lo que genera un sobreesfuerzo o estrés en personas con características diversas.
Esto son sólo algunas de las ideas que se escucharon. A partir de ahora, la Comisión de Salud Comunitaria del Proyecto ICI, analizará todo lo que se ha aportado y planteará para después de verano acciones de promoción del Bienestar Emocional en San José y Madre de Dios.
Poco a poco, gracias a tantas sensibilidades, el proceso comunitario intercultural va afinando los objetivos de sus acciones.