Pilar Gorricho se define como una poeta clásica, ha editado cinco poemarios y participado en diferentes antologías. Colaboradora y crítica de poesía en varias revistas, clubs y canales literarios. En 2014 ha colaborado con textos para la esposicion del escultor Luis Isidoro Sanz que lleva por título Lesvá. Gestora y colaboradora de la exposición «Las Flores del Bien» junto a Cecilio Barragán Bravo. Escritora perteneciente al colectivo «El hombre que fue jueves», con el que ha participado en Proyecto Escalera, Muñeca,… Una escritora que como ella dice «No escribo poesía para vivir, la escribo para no morir»
1. ¿Cuando empezastes a escribir poesía?
Empezar, podríamos decir en serio, en la adolescencia, pero de niña ya me gustaba mucho todo lo referente a ella y recitaba y me aprendía de memoria versos de Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Espronceda, y otros poetas.
Todo lo concerniente a la literatura siempre ha sido para mi un tema de gran interés y aprendizaje.
2. ¿Como descubristes tu vocación de poeta?
Un día, sin saber bien el por qué empiezas a escribir y los versos “nacen solos” de tu mano, es como si una fuerza motriz guiase la escritura para sacar aquello que llevas dentro y que ahora toma forma de poemas.
Como si todos los sentimientos del mundo cupiesen en esas estrofas que han brotado y una especie de virus te tomase el alma enredándola para siempre en la lingüística poética.
3. Tu poesía, ¿Como la definirías?
Yo empecé aprendiendo poesía clásica con expertos de este tipo de poesía. Aprendí el difícil arte mayor de los endecasílabos y sus acentos, los alejandrinos y sus cesuras, las liras, las espinelas, los ovillejos, etc y gracias a ellos conocí la parte más pura de la poesía. También la más denostada. Hay gente que sostiene que encorsetarse a unas determinadas reglas en poesía no deja aflorar sentimientos. Yo afirmo que no es así. Que en poesía clásica se pueden expresar los más bellos sentimientos sin temor a ese famoso corsé que se supone de ella. Me costó mucho dar el salto a la poesía libre. Literalmente “no me salía nada” que no tuviese rima. Mi poesía es intimista a la par que modernista y lírica con muchos matices metafísicos.
4. Tu último trabajo «Las flores del bien» con Cecilio Barragán a través de una exposición como te embarcastes en una aventura artística como esta, diferente a la poesía?
Las Flores del Bien es un proyecto colectivista totalmente altruista que parte de la idea de Cecilio Barragán Bravo (catedrático de diseño de Esdir de Logroño) y mi pareja, de rescatar personajes anónimos que desbanquen en cierto modo a los héroes tradicionales conocidos: futbolistas, actores, cantantes etc. Pues vivimos un mundo hedonista donde los mitos son sacralizados hasta límites insospechados. Es un proyecto precioso que aúna 24 tablas de artistas plásticos con personajes de diversa índole que han hecho o entregado su vida a los demás, con otros 24 poemas para los que se pidió colaboración a poetas de ámbito local y nacional con una respuesta excelente. Todo este trabajo queda recogido en un libro antología.
5. También estás en el colectivo «El hombre que fue jueves». ¿Que ha supuesto para ti colaborar en proyectos artísticos que reunen fotografía, pintura, poesía… como «Escalera», «Muñeca» dentro de la programación «Artefacto» con este colectivo?
El colectivo “ El hombre que fue jueves” me ha permitido conocer a poetas y artistas estupendos tanto a nivel personal como profesional. Ha supuesto para mi una culminación de amistad que no une y la voluntad de dar a conocer nuestra labor en el panorama artístico de la ciudad.
Es un colectivo con grandes ideas y mucha fuerza para llevarlas a cabo además del talento y talante. A finales del año pasado se llevó a cabo en la “Gota de leche” la exposición “Proyecto escalera” en la que participe con dos poemas y el resultado no pudo ser mejor por la gran calidad de la obra expuesta.
6. El año pasado participastes también en el I Concurso de literatura Infantil Breve para adultos San José. ¿Habías escrito alguna vez poesía a la infancia? ¿Cómo te resultó la experiencia?
Había escrito varios poemas infantiles incluidos en mi libro “ Girasoles de asfalto” en poesía clásica. Fabulas en espinelas y algún que otro poema para niños también en composición clásica.
Participé en la convocatoria de la biblioteca San José con un poema escrito para Unicef sobre la infancia y los deseos para ella, y otro poema de ficción sobre los miedos que generan a las madres los bruscos cambios en la adolescencia titulado Alas de espuma”
Una experiencia muy grata que culminó con la obra editada gracias al buen hacer de esta biblioteca convocante del certamen.
7. ¿Qué proyectos tienes a corto plazo?
Las Flores del Bien nos están llenando de satisfacciones a todos los participantes, y del 30 de marzo al 3 abril de este año estaremos en la feria del libro de Trujillo (Cáceres) de la mano del gestor de la feria José Cercas, participante en el proyecto. Y en cuanto regresemos se exponen en la sala Ibercaja, de Santo Domingo de la Calzada ( La Rioja) del 8 al 29 de abril.
A nivel individual, mi quinto poemario titulado La hiedra del Perdón y editado por Torremozas saldrá en breve a la venta, y tengo la presentación prevista para el día 16 de junio en el Ateneo Riojano.
A finales de año tengo previsto publicar mi libro Mater Amatisima. Esto y lo que vaya surgiendo.
8. ¿Te gustaría aportar algo más?
Siempre me planteo el por qué de este afán de escribir mio. Y he llegado a la conclusión de que ya me seria muy difícil (por no decir imposible) vivir sin el vértigo que provoca todo lo poético.
Lo bello. El estilo. Sicologismo. La inspiración.
No siempre lo poético ha sido, como aquí se lo ha considerado. No hace mucho
se lo establecía aún como sinónimo de lo bello. Y hasta hace muy poco,
hubo grandes esfuerzos por detectar lo poético como una característica intrínseca del lenguaje mismo, o al menos de un subconjunto de éste. Y así por ejemplo existen muchos enfoques, que aún permanecen, que abordan lo poético desde el punto de vista del estilo, como algo que pertenece al estilo literario de un autor.
Estoy cada día más convencida de que el estado de conciencia se altera al escribir ciertos poemas.
Aprender, y aprender, perseverar y sostenerme y dar las gracias a todos aquellos que luchan para que Logroño tenga su sitio en el panorama cultural del país.